El estrés
Si te dijera que se contagia, ¿lo creerías? ¡Es totalmente cierto! Elizabeth Lombardo, psicóloga en Chicago, dice que es necesario protegerse de, por ejemplo, un compañero de trabajo que se encuentre en estado de estrés diciendo “Yo no absorberé su estrés”, y a continuación hacer unas cuantas respiraciones profundas.
El deseo de tener
También puede considerarse una enfermedad contagiosa: ¿cuántas veces, por el solo hecho de que alguien se ha comprado un objeto o dice que se siente atraído por una persona, automáticamente ponemos nuestra mirada en lo mismo¡. ¿Por qué ocurre? Simplemente porque al desearlo otro, se convierte en algo que también se nos antoja tener.
La picazón
Jonathan Alpert, psicoterapeuta, explica que los seres humanos tenemos una tendencia a copiar ciertas conductas, como puede ser el bostezo o rascarnos la cabeza porque de pronto comenzó a picarle a otro; por supuesto una copia inconsciente.
Emociones contagiosas
- La histeria
- El temor
- Malestar
Son, entre otras emociones que se contagian. Por ejemplo, cuando un grupo de gente con el que te encuentras coincide en que en esa cafetería hay mucho ruido, es muy probable que creas lo mismo.
La soledad de las redes sociales
Paradójicamente, en un sitio en el que confluyen millones de personas que desean relacionarse con otras, este sería el resultado. De acuerdo a un estudio publicado en elJournal of Personality and Social Psychology, hay un cierto perfil de personas que en realidad necesitan contacto cara a cara con otras personas.
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